Disfruta tu soledad

Me tomó mucho tiempo aprender esa lección, me tomó años realmente poder decir que amo mi soledad. Y no es que no tenga personas a mi lado: tengo un novio increíble que adoro, una familia hermosa, amigos que valen oro y una gatita que me alegra mis días. Es sólo que ahora realmente siento que no dependo de nadie para ser feliz.

Qué rico se siente saber que si decides compartir tu tiempo y tu energía con alguien más no es por necesidad sino por elección. La libertad que te da amar sin depender es una sensación que todos nos merecemos experimentar. Ayer, una persona que amo mucho me comentaba que tenía miedo de terminar una relación que sabía que no daba para más, que temía romper esa relación porque lo veía como un fracaso y que no se lo permitía porque jamas le había gustado «retroceder» en la vida.

Lo único que se me ocurrió decirle fue:

¿Y vivir infeliz crees que es avanzar? – Por supuesto que no, no sé qué pasa conmigo – respondió.

Me sentí identificada porque me tomó muchos años soltar una relación que desde lo más profundo de mi ser sabía que no era para mí sólo por el apego a una idea que compré de un futuro juntos. Creo que superar esa relación y realmente reunir la valentía suficiente para dejarla atrás me ha permitido reconciliarme conmigo misma.

Yo encontré 3 etapas para aprender a disfrutar mi soledad:

1. Tomar el control

Mientras nos sigamos viendo a nosotros mismos como víctimas jamás vamos a poder tener el control de nuestra vida. Las cosas no «nos pasan», las cosas simplemente pasan. Si tu pareja te engaña, eso no te define ni para bien ni para mal. Cuando dejamos de esperar «indemnización» de los demás, empezamos a ser los protagonistas de nuestra propia historia.

2. Sana tus heridas internas:

La víctima se enfoca en el otro, el protagonista se enfoca en sí mismo. Cuando dejamos de vernos como víctimas y empezamos a tomar responsabilidad y también control sobre nuestra vidas el foco pasa a lo realmente importante: TÚ. Y cuando empiezas a realmente verte, observarte, entenderte, valorarte comienza el proceso de querer tener sanación interna que básicamente es empezar a llenar tus espacios emocionales.

3. Un paso a la vez en la dirección correcta

Una vez ahí, es simplemente seguir avanzando. Muchos lo pueden hacer solos, otros pueden buscar ayuda externa. Creo que todo es válido. En mi caso recomiendo mucho terapia porque te ahorra tiempo y energía, sin embargo cada uno es libre de elegir el camino que desee.

A veces sentirás que no has avanzado, pero créeme que sí lo has hecho.

Compasión y amor en tu proceso, es lo único que necesitas. Y disfruta tus momentos a solas porque sólo así valorarás cuando lleguen personas que valgan la pena dejarlas ingresar a ese hermoso universo que con tanto esfuerzo tu mismo te has construido.

Dia 5/30

Con amor,
Silvana.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *